martes, 16 de abril de 2013

El Principe Maquiavelo. Irene Alejandra Choc




UNIVERSIDAD MARANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS Y DE LA SALUD
ESCUELA DE FISIOTERAPIA
CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA
DOCENTE: M.A. DONALDO VASQUEZ ZAMORA
PRIMER CICLO, PRIMER SEMESTRE, 10 DE ABRIL DE 2013

El Príncipe:

EL LIDER DEBE SER LO SUFICIENTEMENTE VALIENTE Y BUENO

Por:
Irene Alejandra Choc Calvo
Carné: 4200-13-9819

Guatemala, 10 de abril del 2013.- Tomando como base el contenido de la obra literaria de Nicolás Maquiavelo, “El Príncipe”, se analizará el tema “El líder debe ser lo suficientemente valiente y bueno”:

Para gobernar, liderar, guiar o llevar a cabo una tarea, es necesario ser líder. Y no cualquier persona puede llegar a ser un buen líder, para eso uno debe de tener capacidades inamovibles, bien cimentadas, valores y muchas otras cosas positivas para poder guiar por el buen camino.
Para las personas, muchas veces es más que necesario tener a una persona que los lidere, que los guíe, que los lleve a un lugar de beneficio personal y colectivo; pero pocas veces nos damos a la tarea de entender que liderar a personas, o que tratar con personas no es fácil, y que suceden cosas para las que uno tiene que estar preparado emocionalmente. Pero la idea de necesitar un líder “comunitario” es tener el apoyo de una persona con capacidades diferentes a las mías, con mayor vocación para corregir, querer y sobre todo aconsejar a las personas que necesiten de él o ella.
Cuando un líder no es bueno, cuando su carácter es fuerte pero no “maleable”, sino que es prepotente, “pesado” y siempre malhumorado, nunca va a llegar a ser un gran líder, ni mucho menos el que necesiten las personas en ese momento; son pocas las personas que son buenos líderes, pues también existen malos líderes que solo hacen daño a la sociedad.
Como sociedad, humanos y personas que necesitan de liderazgo, debemos aprender a quitarnos la venda de los ojos para valorar a los buenos líderes y no menospreciarlos ni mucho hacer que caigan si lo que buscan es un bien común. Debemos aprender a valorar a las personas que dan “su pellejo” por nuestro beneficio, y que no les importa sufrir, llorar, o quizá no tener ningún reconocimiento público, sólo para apreciar el beneficio del pueblo, su pueblo…
La valentía también es un valor que no muchos poseemos, que quizá se desarrolla al pasar de los años, pero lo importante es hacer valer nuestros derechos, deseos, siempre y cuando sean buenos; ideales, y nuestra voz, para estoy sirve la valentía. Sirve para aprender a valorar las ideas de los demás y a aprender de eso, y cambiar lo que necesitemos cambiar para poder llegar a ser personas de bien para la sociedad, para nuestras vidas… cuando aprendemos a valorar lo que tenemos y a las personas que Dios puso en nuestro camino para guiarnos, aprendemos a valorar las cosas buenas de la vida y a apreciar todo lo que hacen por nosotros, pues siendo buenos y valientes, cambian su objetivo al bienestar social o de una comunidad.
Por eso y mucho más debemos valorar a los líderes que Dios nos dio para guiarnos y acompañarnos.

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