domingo, 14 de abril de 2013

Maria. Irene Alejandra Choc




UNIVERSIDAD MARANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS Y DE LA SALUD
ESCUELA DE FISIOTERAPIA
CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA
DOCENTE: M.A. DONALDO VASQUEZ ZAMORA
PRIMER CICLO, PRIMER SEMESTRE, 08 DE ABRIL DE 2013

María:
LA DISTANCIA PUEDE SER GRANDE, PERO NUNCA MÁS QUE EL AMOR
Por:
Irene Alejandra Choc Calvo
Carné: 4200-13-9819

Guatemala, 08 de abril del 2013.- Tomando como base el contenido de la obra literaria de Jorge Isaacs, “María”, se analizará el tema “La distancia puede ser el puente entre el amor y la desilusión”:

A veces, cuando una persona cree que encontró el amor y que haría cualquier cosa por permanecer a su lado, no encuentra motivos para la separación, o no encuentra nada ni nadie que logre apagar su amor; pero la distancia, la distancia puede ser el arma que logre incrementar una ilusión.

Lograr amar es algo muy complejo, y estoy segura que cuando alguien consigue hacerlo, no encuentra situación más dolorosa que la separación entre amado y amada; expresar esa situación, sería tan dolorosa como dejar de vivir.

Al hablar de este tema, me acuerdo de una dulce canción que cuenta la historia de un amor verdadero, un viejo hombre vio morir a su amada, y todas las noches él deseaba que la muerte viniera por él para reunirse con ella; cuando por fin su deseo se cumplió, en el cielo se les veía todas las noches… amar es entregarse y no confiar en que cualquier factor puede apagar ese amor.

La vida da mil vueltas, y uno nunca sabe cuándo se puede topar con el amor; lo importante que me deja esta historia es aprender a apreciar al verdadero amor, que la distancia no puede ser el “veneno” que mate al amor, si el amor es totalmente real, la distancia será solo el puente hacia un mejor amor…

Entre el amor y el amor verdadero, hay un gran trecho; pero cuando el amor es totalmente real no habrá nada que lo pueda apagar; por ejemplo, cuando Jesús vino a la tierra y no se preocupó por dejar a Dios a miles de millas de distancia, y quizá mucho más; sino que Jesús vino, sufrió y murió por amor, y solo por amor; y lo único que logró la distancia, fue engrosar esos lazos de amor entre Padre e Hijo.

Queda claro, al menos para mí, que la distancia no puede apagar el amor verdadero, solo puede fortalecerlo y hacerlo mucho más grande; pues si es puro y real, quizá solo la muerte puede salirse con la suya y lograr dolor en el corazón del amado o amada, pero para mí, ese sería el único factor que se interponga entre el amor y la felicidad, la distancia  jamás logrará apagar un amor puro.

Aunque quizá esté pequeña para decir que ya encontré el verdadero amor, estoy segura de que ya lo hice. Pues desde que conozco que Jesús sufrió, murió y resucitó por amor, por amor a mí; nunca encontraré mayor y mejor amor que este. Y la distancia que podría interponerse entre el amor que Dios me tiene y yo, jamás podrá logar disminuir o incluso “borrar” ese grande amor que me, que nos tiene el Padre Celestial; y quizá una novela literaria de amor entre humanos no se puede comparar con el amor que Dios nos tiene, pero para mí, para poder amar a otros, debo amar a Dios y luego amarme yo…

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